Este fármaco ha regresado desde los años 80 entrando por todo lo alto en los botellones de la Feria de Abril de Sevilla.


¿Qué es?

El cloretilo es un spray que se utiliza cuando se produce un golpe o una torcedura y sirve para mitigar el dolor. Se echa en la piel y tiene un efecto anestésico. Este es un gas liposoluble de absorción rápida que alcanza el sistema nervioso central inmediatamente tras su inhalación, causando efectos en unos segundos y no durando más de unos minutos. Por esta razón es muy utilizado en la medicina deportiva, ya que reduce la temperatura de la zona afectada. Debido a su naturaleza calmante, se utiliza para tatuajes y perforaciones así como para aliviar el dolor de los pies, al usar tacones. Por su uso cotidiano, es muy fácil acceder a este fármaco, ya que se puede comprar en las farmacias sin receta médica y tiene un coste de siete a doce euros.


¿Cómo lo utilizan?

Los jóvenes se lo están echando las prendas y lo están inhalando. Este fármaco causa un conjunto de sensaciones como euforia, evasión o desconexión del contorno; risa incontrolable, alteraciones visuales y auditivas; cosquilleos y sensación de valor, entre otros. El farmacéutico Geinner Morales afirma que “causa un bajo nivel de consciencia que puede ocasionar un coma, además de provocar diarrea o picor en los ojos”. Continúa declarando que “un uso prolongado inadecuado de este fármaco puede causar arritmias y en el peor de los casos muerte”.

El prospecto del cloretilo especifica que este medicamento es “para uso cutáneo exclusivamente externo” y especifica: “Evítese la inhalación directa”. Asimismo, las advertencias y precauciones de uso del producto señalan que “no debe ser ingerido”. Además, indica que debe evitarse el contacto con mucosas, como las de la boca.


Toxicidad para el sistema nervioso central

El Cloretilo ha sido vinculado a efectos adversos en el sistema nervioso central. La exposición prolongada o en concentraciones elevadas puede provocar mareos, dolores de cabeza, confusión, pérdida del conocimiento e incluso convulsiones. Estos efectos pueden ser especialmente peligrosos si se inhalan grandes cantidades de vapores durante un período prolongado.


Daños al hígado y los riñones

El Cloretilo es metabolizado por el hígado, y la exposición crónica puede causar daño hepático. Además, estudios han sugerido que también puede afectar negativamente a los riñones. La toxicidad renal puede manifestarse como cambios en la función renal o incluso como insuficiencia renal en casos graves.


Posible carcinogenicidad

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha clasificado al Cloretilo como posiblemente carcinogénico para los seres humanos. Si bien la evidencia aún no es concluyente, estudios en animales han demostrado un aumento en la incidencia de tumores en varios órganos después de la exposición prolongada al tricloroetileno.


La Policía Local alerta que el uso de este medicamento es inevitable. Morales afirma que es importante que los jóvenes sean conscientes de las consecuencias de consumir este fármaco, enfatizando que “muchas personas lo mezclan con alcohol, sin saber que esta combinación puede ser letal”. Es importante concienciar a los jóvenes no sólo sobre las consecuencias de este fármaco sino también sobre una vida más saludable.


El siguiente vídeo explica de manera muy visual el mal uso de este medicamento:

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